Estudios recientes confirman que el daño y el rechazo emocional, sean parte de relaciones sociales o sea la percepción de injusticia en el trabajo, condiciones injustas y no equitativas puede activar los mismos procesos neurofísicos que se asocian con el daño y el sufrimiento físico (Eisemberg, Lieberman & Williams, 2003).
Palos y piedras pueden romperme los huesos, pero las palabras nunca me podrán dañar.
Anónimo
POR KEN NOWACK
En un ingenioso estudio realizado por Naomi Eisemberg del Dpto. de Fisiología de la universidad de UCLA, Naomi fue capaz de usar la última tecnología en resonancia magnética funcional (fMRI) para mirar en los procesos internos de nuestro cerebro, mientras que un equipo estaba involucrado en un ejercicio social diseñado para provocar sentimientos de aislamiento y rechazo social.
Ella estudió qué parte del cerebro se activaba mientras un grupo de sujetos jugaban a juegos de ordenador con otros individuos a los que no conocían. Creó dos posibilidades de rechazo – activamente o pasivamente (a estas personas se les dijo que no podían continuar por razones técnicas). Comparando la actividad cerebral fMRI en el grupo de exclusión en relación al grupo en inclusión revelaron una mayor actividad en la parte del cerebro asociada con el dolor físico (cortex cingulado anterior). Además, los sujetos que eran rechazados también comunicaron sentirse estresados psicológicamente según los resultados de unas autoevaluaciones. (1)
Estudios recientes sugieren que la gente informa de niveles de dolor propio más alto y disminución del rendimiento en tareas de alto nivel cognitivo tras revivir un evento pasado de un gran significado social que tras revivir un evento pasado con dolor físico. (2)
Además, la opinión interpersonal y la evaluación social tienden a provocar unas mayores reacciones de estrés con niveles de cortisol en nuestro sistema de hasta un cincuenta por ciento mayores cuando el factor estresante es personal que cuando no es personal.(3) Puede llevarnos aproximadamente una hora que nuestros niveles de cortisol vuelvan al nivel “normal” tras encontrarse con una situación personal angustiante.
Percepción de injusticia en el trabajo y salud del trabajador
Bastantes estudios apoyan la idea de que cuando los trabajadores experimentan una injusticia en el trabajo (distributiva o procedimental), ruptura psicológica del contrato (ej. Sentirse explotado por la empresa o ser tratado de forma desigual), puede impactar de manera negativa en la salud del trabajador.
En un meta-análisis muy exhaustivo, 279 estudios fueron revisados para explorar la relación entre la percepción del trabajador sobre la justicia en el trabajo y diversas consecuencias en la salud (ej. absentismo, agotamiento laboral, comportamientos poco saludables, estados emocionales negativos y problemas de salud física)(4) . La percepción de injusticia en el trabajo estaba significativamente asociada a indicadores de salud mental y física.
Es interesante resaltar muchas de las conclusiones:
1- Aunque la injusticia estaba asociada de manera significativa a un empobrecimiento de la salud, los resultados sugerían que la injusticia en el trabajo estaba asociada de manera más fuerte a indicadores de condiciones de tensión y psicológicas en lugar de consecuencias en la salud física.
2- Problemas de salud mental eran más pronunciados en aquellos que experimentaban una injusticia distributiva (ej. el tipo de injusticia relacionada con la distribución de los bonus y el reconocimiento).
3- Ni la edad ni el género tenían ningún impacto en la relación entre injusticia y salud.
4- La injusticia en las relaciones (interacciones personales) era de manera continuada uno de los indicadores más débiles de salud laboral. Aun así, una mirada más profunda a los análisis sugiere que la justicia de las relaciones sólo predice algunos indicadores de salud como desgaste laboral y estrés más allá de la injusticia de procedimiento.
Estas conclusiones sugieren que la percepción de injusticia es un factor bastante significativo de la salud del trabajador y que vivir la experiencia del maltrato personal (ej. falta de respeto, comportamiento abusivo, critica) están altamente asociados con el bienestar.
Ya sabemos que trabajar para un imbécil competente puede ser un riesgo para la salud.(5)
Parecería seguro concluir que la percepción de desigualdad social, injusticia e interacciones personales negativas pueden ser más importantes que una simple separación impactante – de hecho podrían llevar directamente a esas consecuencias como desgaste laboral, ausentismo y estrés psicológico…Cuídate…
1. Eisenberger, N., Lieberman, M. and Williams, K. (2003). Does rejection hurt? An fMRI study of social exclusion. Science, 302, 290-292 []
2. Chen, Z., Williams, K., Fitness, J. & Newton, N. (2008). When hurt will not heal. Exploring the capacity to relive social and physical pain. Psychological Perspectives, 19, 789-795 []
3. Dickerson, S. & Kemeny. M. (2004). Acute stressors and cortisol responses: A theoretical integration and synthesis of laboratory research. Psychological Bulletin, 130, 355-391 []
4. Robbins, J. (2012). Perceived unfairness and employee health: A meta-analytic integration. Journal of Applied Psychology, 97, 235-272 []
5. Nyberg. et al., 2008. Managerial leadership and ischemic heart disease among employees: The Swedish WOLF study. Occupational and Environmental Medicine, 66, 51-55
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