En un entorno cambiante y digitalizado, con necesidades formativas cada vez más complejas y rápidas de aplicar, entender cómo funciona nuestro cerebro a la hora de aprender facilitará que ajustemos nuestras metodologías docentes para optimizar recursos tanto materiales como humanos.
Porque es verdad que todo va muy deprisa, también el mundo de la formación y capacitación para personas adultas, en entornos empresariales cada vez más exigentes y con problemáticas más variopintas.
[bctt tweet=»¿Si nuestros trabajos y tareas han cambiado, no será necesario también cambiar nuestras estrategias de aprendizaje? » username=»»]
[bctt tweet=»¿Si las habilidades que necesitamos en el entorno laboral son diferentes, no necesitarán ser diferentes nuestros métodos de desarrollo competencial? » username=»»]
Las nuevas tecnologías nos han ofrecido información concreta sobre cómo se producen nuestros pensamientos, nuestros recuerdos, nuestros sentimientos, nuestras percepciones y, además, cómo se produce el aprendizaje.
¿Cómo aprendemos?
Muchas veces la ciencia demuestra aquello que nuestro sentido común ya intuye. Aprender de la mano de un buen profesor, que nos haga sentir la materia, que nos haga vivirla, que facilite que nos apasionemos con aquello que explica hace que la materia sea mucho más fácil de aprender que con aquel profesor que, por mucho que sepa de la materia, no es capaz de transmitirnos las emociones adecuadas.
Comprender cómo aprende el cerebro, cómo siente, cómo procesa y cómo almacena la información nos permitirá acercarnos a modelos de desarrollo adecuados para la asimilación de nuevos patrones de conducta o comportamiento.
La sorpresa, la novedad, la emoción, el trabajo en equipo, la experimentación, el reto, trabajar con nuestras manos, las vivencias positivas, relacionarme en entornos que me proporcionen seguridad psicológica y confianza favorecen el proceso aprendizaje.
¿Qué métodos de aprendizaje son útiles para aprender?
Lo que buscan las organizaciones cuando invierten tiempo y dinero en que sus empleados se formen no es solo que aprendan aquello que se ha impartido en la sesión formativa, sino que esto suponga un cambio que les lleve a una mejora en el desempeño de sus tareas de forma estable y duradera.
Uno de los descubrimientos más interesantes en el campo de la memoria lo realizó el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus: la curva del olvido nos ilustra cómo, transcurrida una semana, con suerte recordamos un 3% de lo aprendido durante la formación. Por esta razón, las empresas buscan nuevas formas y herramientas que mejoren la experiencia formativa e incrementen la retención de contenidos.
[bctt tweet=»Las personas que se dedican a la formación necesitan reciclarse y adquirir nuevas maneras de “enseñar”, nutriéndose de todo el conocimiento que nos ofrece la neurociencia: la neuroeducación, el neuromarketing, las neuroventas… para adaptarse a sus clientes, a sus necesidades, sus expectativas y objetivos. » username=»»]
1. Una imagen vale más que mil palabras
Compartir información, emoción, valores, maneras de hacer, desde varios mapas perceptuales es todo un acierto. Combinar el discurso teórico oral con proyecciones atractivas, vídeos, imágenes y un buen lenguaje no verbal –gestos, cambios en la entonación, expresiones faciales, refuerzo ocular, etc.- favorecen el aprendizaje, ya que utiliza diferentes canales de entrada de la información y la activación del córtex cerebral.
2. Storytelling
Saber contar historias, cual trovador en la Edad Media o tal y como hacemos cuando leemos cuentos con moraleja (metáforas) a nuestros hijos son todo un arte y un reto para todos los docentes.
La clave del storytelling es explicar una historia que sea capaz de emocionar con intensidad a las personas que están escuchando, una historia con la que sentirse identificados, una historia que facilite actuar, sentir, empatizar y soñar.
Si la información que recibimos nos emociona viajará hacia las estructuras más antiguas de nuestro cerebro consolidando el aprendizaje y la retención de conocimiento.
Que te cuenten historias, cuentos o metáforas es entretenido, divertido, ameno… y una fuente de sabiduría y aprendizaje, utilicemos esta estrategia en las empresas para consolidarlos.
3. Gamificación
Si los niños aprenden jugando, ¿por qué no iba a ser eficaz con los adultos?
Tenemos la creencia de que aprender debe de ser un proceso que requiera un esfuerzo, tedioso y aburrido, pero se ha demostrado sobradamente que no es así.
Aprendemos y consolidamos mejor nuestros aprendizajes si lo hacemos jugando, disfrutando.
Con la gamificación se intenta potenciar al máximo las habilidades de las personas a través de la experimentación y el juego. Divertirse y tener vivencias positivas permite tener aprendizajes más significativos y duraderos.
4. Trabajo en equipo
Si bien existe la contradicción entre conseguir ser independientes y mejorar nuestras habilidades para el trabajo en equipo, está comprobado que compartir experiencias, tener modelos válidos (mentoring), debatir, escuchar al otro, cooperar, reforzar, sentirnos aceptados en un grupo o empatizar mejoran el aprendizaje individualmente, las habilidades sociales, la comunicación, la confianza hacia el otro y el compromiso a la hora de conseguir objetivos en común.
Somos seres sociables y nuestra actividad cerebral se estimula cuando estamos acompañados.
5. Uso de tecnologías
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) han llegado para quedarse, evolucionar y hacernos la vida y el trabajo más sencillo y enriquecedor.
Estimulan las partes más creativas de nuestro cerebro y ayudan a conectar las emociones con la información que se recibe, además de utilizar un formato que es atractivo para nuestros alumnos, manteniendo la atención activada por un periodo más largo de tiempo que con otras metodologías de aprendizaje.
Ser docente y no saber sacar provecho de las nuevas tecnologías supondrá quedarse desactualizado en cuanto a lo que el medio, las empresas y la población necesita.
Así pues, si combinamos todas estas maneras de formar o enseñar, con la utilización de libro juegos, video role plays, plataformas tecnológicas multidispositivo, que nos permitan gamificar el proceso de formación, fomentar el trabajo en equipo, podemos conseguir un efecto en el participante positivo que incremente hasta un 200 % la retención de conocimiento y haga efectivos los cambios de hábitos o comportamientos que mejoran nuestro desempeño.
En Tools4Success nos preocupamos por ofreceros las mejores herramientas para ayudar en el desarrollo de las personas, plataformas tecnológicas como Mindamaker, Momentor, Rehearsal nos ayudan en estos procesos de formación haciéndolos más atractivos, divertidos, gamificados y eficaces.
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Etiquetas: plataformas tecnológicas, mindmarker, rehersal, momentor, gamificación, Compromiso, engagement